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Formación subvencionada y bonificada: cómo distinguirlas y aprovecharlas para potenciar tu empresa.

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En el contexto actual de incertidumbre económica y transformación digital, las pymes se enfrentan a retos constantes. Sin embargo, existen herramientas que pueden ayudar a las empresas a mejorar su competitividad y optimizar su gestión sin que ello suponga un gran esfuerzo económico: las formaciones subvencionadas y bonificadas. Estas iniciativas proporcionan a las empresas la posibilidad de capacitar a su equipo y mejorar su productividad, pero también permiten reducir costes, algo fundamental para cualquier empresa.


A continuación, vamos a explorar qué son las formaciones subvencionadas y bonificadas, cómo funcionan, qué requisitos debes cumplir para acceder a ellas, y cómo pueden ser una herramienta clave para el crecimiento de tu empresa.


¿Qué son las formaciones subvencionadas y bonificadas?

Las formaciones subvencionadas y bonificadas son programas de capacitación laboral que reciben financiación pública a través de organismos como el Ministerio de Trabajo, la Xunta de Galicia, o Fundación Estatal para la Formación en el Empleo. Estas iniciativas buscan mejorar la cualificación profesional de los empleados y reducir las barreras económicas que dificultan el acceso a la formación, especialmente para las pymes y los trabajadores autónomos.


La principal diferencia entre ambas

  • Formación subvencionada: Se refiere a programas de formación que son financiados total o parcialmente por entidades públicas. Las empresas o trabajadores no tienen que asumir el coste total de la formación, ya que el organismo público cubre una parte significativa del mismo.

  • Formación bonificada: Son cursos que las empresas pueden financiar mediante el crédito de formación que les corresponde, derivado de las cotizaciones a la Seguridad Social. De esta forma, las empresas pueden “bonificar” el coste de la formación de sus empleados, y no necesitan asumir gastos adicionales. Esta formación está dirigida especialmente a empresas que cotizan por formación.


Ambos tipos de formación tienen como objetivo:

  • la actualización de competencias

  • el desarrollo de nuevas habilidades, y

  • la mejora del rendimiento empresarial.

 


¿Cómo acceder a las formaciones subvencionadas y bonificadas?

Para acceder a estas ayudas, las empresas deben seguir unos pasos básicos:

 

1. Identificar las formaciones disponibles

Existen varias convocatorias para formación subvencionada a nivel nacional y autonómico. En Galicia, por ejemplo, la Xunta de Galicia publica anualmente las convocatorias de ayudas para formación dirigidas a pymes y autónomos. Estas ayudas pueden estar orientadas a áreas muy específicas, como la digitalización, la innovación, la seguridad laboral o la gestión empresarial.


Las formaciones bonificadas, por su parte, están vinculadas a la gestión del crédito de formación que cada empresa tiene disponible durante cada ejercicio fiscal. Este crédito se obtiene a través de las cotizaciones a la Seguridad Social, y la cantidad depende del número de trabajadores que tenga la empresa y de la base de cotización de estos, pero como mínimo, en 2025, tiene un crédito disponible de 420€ para empresas con un único trabajador en plantilla.

 

2. Cumplir con los requisitos establecidos

Cada programa de formación, ya sea subvencionado o bonificado, tiene unos requisitos específicos que las empresas deben cumplir. Por ejemplo:

  • Formación subvencionada: Las empresas deben cumplir con ciertos criterios de tamaño y actividad. Algunas subvenciones están dirigidas a sectores específicos o a empresas que se encuentren en una fase de transformación digital o mejora de la competitividad. Además, las ayudas se suelen conceder por orden de solicitud, por lo que es importante realizar la inscripción cuanto antes.

  • Formación bonificada: Las empresas deben estar al día con el pago de sus cotizaciones a la Seguridad Social para poder acceder al crédito. En este caso, la gestión del crédito se realiza a través de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), que es la encargada de gestionar el sistema de bonificación.

 

3. Solicitar la formación adecuada Una vez identificadas las formaciones que cumplen con los requisitos, el siguiente paso es formalizar la solicitud. En el caso de la formación subvencionada, se deben seguir las indicaciones específicas de cada convocatoria, que incluyen la presentación de documentación y el cumplimiento de ciertos plazos.


Para las formaciones bonificadas, las empresas pueden acreditar la formación de sus empleados mediante plataformas como FUNDAE, que permite gestionar las bonificaciones directamente online. En este caso, las empresas deben elegir las acciones formativas que se adapten a las necesidades de su equipo.

 


Beneficios para las pymes


1. Mejora de la productividad y competitividad

El principal beneficio de invertir en formación es el impacto directo en la productividad de los empleados. Según un estudio de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo, las empresas que invierten en formación experimentan un incremento en la productividad de hasta un 20%, ya que los empleados mejor capacitados son más eficientes, cometen menos errores y pueden gestionar mejor las herramientas tecnológicas.

Además, las pymes que aprovechan estos programas pueden mejorar su competitividad, adaptándose a los cambios tecnológicos y al mercado global, lo que les permite mantener su posición frente a competidores más grandes.

2. Reducción de costes laborales

Las bonificaciones fiscales son un incentivo clave para que las empresas inviertan en la formación de su personal. La bonificación de los cursos a través del crédito de formación permite a las pymes reducir significativamente los gastos en capacitación. Según datos de la Xunta de Galicia, las empresas pueden llegar a bonificar hasta el 100% del coste de la formación, dependiendo de ciertos criterios, como el tamaño de la empresa y el tipo de curso.


3. Cumplimiento normativo y adaptación a las nuevas regulaciones

La formación subvencionada y bonificada también ayuda a las empresas a cumplir con las normativas vigentes. Esto es especialmente importante en sectores como la seguridad laboraligualdad de género, ciberseguridad, o el cumplimiento normativo en cuestiones como la protección de datos (RGPD). Las pymes que capaciten a sus empleados en estas áreas pueden evitar multas y sanciones relacionadas con el incumplimiento de las leyes.

 

4. Mejora del clima laboral y retención del talento

Los programas de formación no solo benefician a la empresa, sino que también tienen un impacto positivo en los empleados. La posibilidad de acceder a formación de calidad mejora su motivación, contribuye a su desarrollo profesional y fortalece su compromiso con la empresa. Esto, a su vez, favorece un mejor clima laboral y reduce la rotación de personal, lo que resulta en una mayor retención del talento.

 

5. Adaptación a la digitalización

Las pymes que se benefician de formaciones en áreas como la transformación digital, marketing digital, o ciberseguridad, tienen una ventaja competitiva significativa.

Según el Informe Digital Economy and Society Index (DESI) 2023, solo el 30% de las pymes españolas están totalmente digitalizadas, lo que deja una gran oportunidad para aquellas que invierten en la capacitación de sus empleados en estos campos.



¿Cómo pueden las pymes aprovechar estas formaciones?

Para sacar el máximo provecho de las formaciones subvencionadas y bonificadas, las pymes deben:

  • Estar al tanto de las convocatorias y plazos de solicitud. La Xunta de Galicia y otras entidades públicas publican anualmente las subvenciones disponibles. Es esencial estar informado de las fechas y requisitos para aprovechar las ayudas antes de que se agoten los fondos.

  • Identificar las necesidades de formación de los empleados. Conocer las áreas que más impactan en la competitividad de la empresa (digitalización, gestión empresarial, idiomas, etc.) permitirá seleccionar los cursos más adecuados.

  • Colaborar con proveedores de formación acreditados. Para acceder a la bonificación, las empresas deben elegir centros de formación que estén autorizados por FUNDAE o que estén en el catálogo de formación subvencionada, asi como medir los resultados de la transferencia de las aulas al puesto de trabajo.


Resumiendo, las formaciones subvencionadas y bonificadas son una herramienta clave para las pymes que desean mejorar su competitividad sin asumir grandes costes. Aprovechando estas ayudas, las empresas pueden adaptarse a la digitalización, cumplir con normativas legales y mejorar el rendimiento de su equipo, lo que les permitirá mantenerse competitivas en un mercado cada vez más global y exigente.


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